5 de abril de 2007

A ti, perro vagabundo a quien todos miran, y nadie quiere cabeza gacha y mirada que hiere que despierta la más pura sensación, un amor que palidece y se convierte en compasión. A ti, del humano fiel amigo aunque de él no has recibido más que pena y decepción. A ti, que no vives y estás vivo que buscas por entre las sobras lo que vale y se ha perdido. En ti, mi fiel amigo no veo un ser mal herido sino un colega que comparte mi mismo destino... ...La soledad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me gustó sentarme con vos el viernes por la noche en ese sillón.
y esto q escribiste. tb me gusta.

El Griego dijo...

Tantas veces uno llega sin saber bien cómo. Tantas uno descubre ventanitas a otros túneles. A veces sucede que otra voz dice algo quizás demasiado idéntico a uno mismo. Esas veces uno siente que esa Soledad es un poquito mas chica.

Gracias, y hasta luego